DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Las mujeres mayores tienen un protagonismo absoluto en la modernización de España. Su contribución, aunque silenciosa, ha sido decisiva en la transformación del modelo familiar español, debido, fundamentalmente, a los servicios que prestan de forma altruista a las familias de sus hijos e hijas. El cuidado de nietos y nietas, hace de ellas un pilar fundamental en la incorporación masiva y plena de sus hijas al mercado laboral y, en consecuencia, del cambio de la situación social y económica de la mujer. Un cambio del que apenas se han beneficiado, sino tal vez adquiriendo mayor carga de trabajo.
No están dispuestas a consentir que sus hijas, después de haber estudiado y haberse formado durante años, abandonen sus carreras profesionales para cuidar a sus hijos/as, y son ellas, de motu propio, quienes se hacen cargo del cuidado de niños y niñas.
Al mérito como abuelas, se suman sus méritos previos como madres. Se trata de unas generaciones que, siendo “esencialmente amas de casa y madres a tiempo completo, han provocado un cambio acelerado del que casi no se han beneficiado”, sostiene Lourdes Pérez: “Ellas han sido las realmente modernas”, afirma esta socióloga: “… muchas de las cuales tenían además que trabajar, por ejemplo, en el campo, se especializaron en el cuidado de los hijos, y su gran preocupación por aspectos como la nutrición, la higiene o la salud hizo que la tasa de mortalidad infantil disminuyera por primera vez y de forma drástica en España”, del mismo modo, su empeño ha tenido mucho que ver en el aumento de la formación y del nivel cultural de sus descendientes.
El paso del tiempo:
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