lunes, 25 de abril de 2011

ANGELITA ANDRADA (I)




Angelita tiene los ojos claros, profundos y dulces, a los que asoma una mujer fuerte, valiente e inteligente, que no disculpa la traición. Habla en voz baja, como escuchando sus pensamientos.

Es la Delegada en Asturias de la Asociación L´Amical de Mauthansen y Otros Campos de Exterminio Nazi y ha trabajado y trabaja por el reconocimiento y la memoria de las personas asesinadas en ellos, y especialmente por la de su padre. Es socia de honor de la Asociación 13 Rosas Asturias.

Hija de Manuel Andrada Rey y Mª Jesús Salgado, ambos con origen en Cáceres, nace en Civis (Lleida), donde está destinado su padre, carabinero de aduanas, un 9 de octubre de 1927, en la frontera de España con Andorra.

La Guerra Civil Española la encuentra en La Seu D´Urgell, acompañada siempre de su muñeca “Libertad” con la que el destino la mantiene unida hasta hoy, y con la que quiere ser enterrada el día que corresponda.

No ha pasado hambre durante la guerra, gracias a la cartilla de racionamiento de su padre, pero recuerda nítidamente los bombardeos nacionales y entrar corriendo al refugio con una bolsita de tela a cuadros rojos y blancos que su madre le daba, conteniendo fotografías familiares y un palo para poner entre los dientes y evitar los daños de la onda expansiva de cada explosión.

Las tropas nacionales avanzan y los carabineros de aduanas reciben la orden de abandonar el país, o de quedarse arriesgando su vida por haber permanecido fieles a la República, y de este modo echan a andar en la noche del 4 de febrero de 1939, cuando tiene 12 años, bajo la nieve y un frío atenazador, por una carretera de tierra, al abrigo de una manta y abrazada a su muñeca.

LA ACOGIDA FRANCESA:

Llegan a un prado, no a un puesto fronterizo, donde les esperan gendarmes franceses que retiran el fusil a su padre, y dividen a hombres y mujeres en dos grupos. El padre, entregando el anillo que llevaba en su mano a su madre le dice: “Mª Jesús esto se terminó, guárdalo” y no le faltaba razón.

Suben a las mujeres a un tren y después de varias horas llegan a un pueblo, donde duermen en un barracón, sobre paja que hará de cama, y las niñas son vacunadas contra varias enfermedades, sin miramientos.

Al día siguiente continúan el viaje en otro tren que hace paradas en varias estaciones, donde van haciendo bajar a algunas de ellas. A su madre y a ella les toca el turno en Mazères (Departamento de Ariège). Las trasladan a una granja donde poniéndolas en fila, son fumigadas con Zotal, mientras su madre trata de protegerle los ojos y se hace intenso el escozor de una herida previa, al contacto con el producto. Aquí permanecen durante un mes.

Son trasladadas nuevamente a Fougax-et-Barrineuf de Midi-Pyrenees y de aquí a Saverdun donde instalan al grupo definitivamente en un hospital sin funcionamiento y son mantenidas bajo llave por un edil del pueblo.

Angelita se desespera en esta situación de encarcelamiento e idea una estrategia para salir el domingo: pedirle permiso al cura para asistir a misa, cosa que le concede. De este modo, la niña va haciendo amistades en el pueblo y pronto, esa única salida le queda corta por lo que plantea la necesidad de rezar el rosario a diario, lo que aprovecha para merendar en casa de sus amigas y llevarle alguna cosa a su madre. Este, falso, interés religioso hace que las mujeres que comparten su destino la llamen fascista, algo que le ofende mucho, pero no por ello dejará de hacerlo.

Finalmente les conceden la libertad y un cuarto que combina cocina, sala y dormitorio, en Saverdun y ella puede volver al colegio, mientras su madre trabaja como costurera en un hotel, tratando de rehacer sus vidas.

Angelita avanza rápidamente en los estudios, llegando a hacer dos cursos en uno y además por las tardes es aprendiza de peluquera. Su asignatura preferida son las matemáticas ya que en ella no tiene dificultades idiomáticas, pero la que no tolera es la de historia, que considera que no es la suya, y se harta de estudiar a Napoleón y la extensión de su imperio.

EL GATO:

La comida del colegio está basada en los guisantes, odiados “petit pois”, que de vez en cuando van acompañados de carne, léase gusanos. En una ocasión ella y sus amigas encuentran un gato muerto en la calle, y deciden trasladarlo a la olla de la comida del profesorado, idea puesta en práctica por Angelita. Considerado un hecho de suma gravedad, las seis son llamadas a capítulo y con gran despliegue institucional son interrogadas sobre lo acontecido, guardando estas un hermético silencio, dando un paso al frente las seis responsabilizándose de los hechos, ya que su máxima preocupación era la posible deportación de la niña al país de Franco. Cuando sucumben a las presiones, Angelita explica la baja y escasa calidad de la comida del colegio, al mismo tiempo que muestra una cajita casi llena con los gusanos que ha ido guardando en los tres últimos días, en previsión de lo que pudiese ocurrir. Las autoridades educativas muy sorprendidas por los argumentos de las chicas, investigan las responsabilidades y Angelita, no sólo no es deportada sino que pocos días después, recibe en su casa un paquete que contiene libros y unos bombones cuyo sabor aún no ha olvidado, como regalo.

Mientras tanto han perdido el rastro de su padre, que recuperan al saber que está en el campo de internamiento de Vernet, a 7 km de donde viven su madre y ella.

Ve a su padre dos únicas veces en este lugar y desde el año 1941 hasta 1945, no vuelve a tener noticias de su paradero. Recuerda haberle llevado una manzana en una de sus vistas. En aquel momento desconoce el hambre y el mal trato que reciben él, y los demás internos e internas en ese campo francés.

Continúa en ANGELITA ANDRADA (II)

La fotografía publicada pertenece a Angelita Andrada que me autoriza su uso en la fecha 12 de abril de 2011.

viernes, 15 de abril de 2011

BLOGS AND BEERS



Algunas personas me preguntan qué es eso de “Blogs and beers” que de cuando en cuando, varias mujeres publicitamos y convocamos en Facebook.
Paso a hacer un breve resumen: “Blogs and Beers” es un grupo informal y abierto, que surge de una idea que lidera María Fernández Campomanes, Directora del Instituto Asturiano de la Mujer, como forma de acortar la brecha de género en relación a la utilización del blog como herramienta de comunicación.
Se inicia hace aproximadamente un año, con el asesoramiento técnico de la periodista de RTVE, Monserrat Boix, de la experta en software libre, entre otras cosas, Miriam Ruiz, de Ana Rey, de Lucía Falcón y de todas las que previamente disponen de blog y tienen cierta destreza práctica.
A lo largo del año nos hemos ido reuniendo en el emblemático y acogedor local, regentado por Yolanda Lobo, “La Santa Sebe”en Oviedo y en alguna ocasión lo hemos hecho en el Centro Cultural Laboral de Gijón. Reuniones de contenido técnico en las que compartimos experiencias prácticas y teóricas, con la idea que propone Miriam Ruiz, que no olvidaré, de que no importa tanto la imagen de tu blog como el contenido que en él publiques.
Cada una de nosotras mantiene una línea personal y particular en su blog, así Almudena Cueto nos resume sus últimas lecturas, Belén Suárez, con su escribir fácil y ágil, por algo es profesional de la palabra, con sus entradas de opinión, Yolanda Lobo sus conversaciones con su amiga y compañera Carmen, que ya no está con nostras, y que siempre consigue emocionarme, o yo misma, tratando de visibilizar mujeres con una biografía pública consolidada o mujeres anónimas que escriben la historia de cada día, como mi amiga María y otras tantas que espero vengan a continuación.
Tenemos la determinación de continuar en el tiempo con nuestros encuentros, ya que conformamos un grupo con clara ideología feminista en el sentido amplio de la palabra, progresista, y plural en profesiones y edades.
Mujeres fantásticas, a las que estoy encantada de haber conocido.

miércoles, 6 de abril de 2011

MI AMIGA MARÍA

Una historia de vida.

Era diciembre de 1984 y mi amiga María miraba el telediario de las nueve, en su casa de Bilbao, acompañada de sus padres y sus dos hijos de 13 y 8 años. Veía a su marido en la tele, manifestándose en Madrid, con su sindicato, UGT-Metal(Sector Naval), en lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores de todas las Comunidades donde se planteaba una dura reconversión, que los sindicatos nacionalistas pretendían más ventajosa para Euskadi.

En este mismo instante suena el teléfono preguntando por él: -No está, está de viaje.

-Ya lo sabemos. Vamos a darte este comunicado: Tenéis quince días para abandonar Euskadi, sino tu marido será ejecutado como Enrique Casas. Gora Euskadi askatutá. Somos los Comandos Autónomos Anticapitalistas.

El mundo de María quedó enganchado en una espiral sin fin y sin color.

No podía ser verdad lo que acababa de escuchar. A ella no podía estarle pasando esto. ¿Por qué? ¿Por pertenecer a un sindicato no nacionalista y pretender los mismos derechos para todos los trabajadores?

Informa inmediatamente de lo que acaba de ocurrir y de madrugada llega a casa su marido, rodeado por media docena de compañeros formando un escudo de protección en torno a él.

Las autoridades competentes inician una investigación que confirma la veracidad y fiabilidad de las amenazas, ofreciendo escolta y arma personal al amenazado. En estos momentos aparece el verdadero pánico. Hay que tomar una decisión más drástica, que reflexionan durante las Navidades, fuera de Bilbao.

Ya que la protección ofrecida es únicamente para su marido, considera que el resto de la familia y allegados quedan desprotegidos por lo que urge abandonar la ciudad.

Las posibilidades de acogida son en dos provincias, una de ellas muy alejada de la de origen, por lo que se deciden por otra más cercana, que llamaremos Nueva Tierra, a la que llegan mi amiga María y su marido después de la fiesta de Reyes, siendo recibidos en la estación de autobuses, por compañeros sindicalistas, que les ofrecen una cena, y alojamiento en un céntrico hotel, del que María recuerda el crujir de las maderas del suelo.

El marido de María ha pedido la baja voluntaria en el astillero donde trabaja, por lo que no tiene derecho a la indemnización, que poco más tarde tendrán sus compañeros, conseguida en la lucha reivindicativa que ha obligado a esta familia a abandonar su hogar.

Al día siguiente de su llegada, tomando conciencia de su soledad, buscan vivienda y pocos días después adquieren en propiedad, la que hasta el día de hoy es su casa.

Trasladan a la Nueva Tierra a su hijo menor, que sufre dificultades de adaptación al nuevo medio escolar y social, y más tarde llegan su hijo mayor y sus padres. Aparentemente hay una reagrupación familiar, pero esta nunca podrá llegar a ser completa, porque falta la familia extensa y amistades con quienes María tiene muy buenas relaciones.

Las dificultades laborales del marido de María duran casi dos años. En la Nueva Tierra no hay apoyos para este trabajador a pesar de ser “un problema político” como ella explica. No mendiga un empleo, exige lo que por lucha y derecho cree que le corresponde. Pero en el mejor de los casos, lo que obtiene es el silencio, casi preferible a la frase “yo también tengo sobrinos sin trabajo” dicha por un alto cargo de aquel momento. “Todos estaban al tanto de nuestro problema y nadie hizo nada por ayudarnos”, refiere no desde el rencor sino desde el dolor, ante la insolidaridad que sufrieron, y que no esperaban.

Cinco años más tarde fallece su suegra. Es la primera vez que vuelve a su tierra después del exilio y la tensión crece durante el viaje. A las puertas de la iglesia les esperan familiares y compañeros de la UGT y del PSOE, personas de base, nadie con cargo de responsabilidad, que de forma espontánea los rodean y acompañan al interior y al finalizar el funeral los escoltan de nuevo hasta el coche. Es el segundo escudo humano protector que los compañeros vascos les proporcionan. María lo recuerda con una emoción muy especial. Apenas ha podido estar unas horas en Euskadi.

Cuando le pido que me hable de lo peor que ha vivido en la Nueva Tierra, lo hace sobre varias cuestiones: El desarraigo que ha sufrido toda la familia. Cree que su madre murió de pena, que nunca pudo superar el exilio a que se vio obligada de forma indirecta (María es hija única y sus padres la acompañaron y apoyaron siempre). Las dificultades escolares de su hijo menor también han sido objeto de su preocupación, porque por precaución y seguridad, no podía explicar a sus profesores y profesoras, las verdaderas circunstancias familiares, que con toda seguridad estaban influyendo en ellas. Y finalmente la falta de apoyo laboral que sufrió su esposo, algo inesperado y sorprendente, que aún hoy, después de los años, no alcanza a comprender.

Respecto a su mejor recuerdo, es algo tan sencillo como poder decir “soy socialista” en voz alta, en cualquier lugar, y sin mirar alrededor. Creyó que después de la muerte del dictador Franco, podría hacerlo con libertad, pero más pronto que tarde se dio cuenta que en Euskadi sería imposible.

A ratos María se siente culpable de haber tomado la decisión de abandonar su hogar. Lo que yo pienso es que probablemente María haya salvado la vida de su familia al hacerlo.

Mi amiga María es una gran mujer, fuerte, luchadora, inteligente, extrovertida y divertida, con quien me emociono o me río, cuando escucho trazos de su vida. Así la veo yo.


lunes, 4 de abril de 2011

OCHO COSAS QUE NO PUEDES ESPERAR DE UNA MUJER MALTRATADA

1. No esperes que te llame cada día, ni cada semana, ni nunca… aunque prometa hacerlo.

La mujer maltratada no podrá llamarte, su maltratador la vigila y está atento a cada llamada de teléfono, escuchando y controlando cada uno de sus actos. Aún cuando éste no esté, ella no tendrá libertad de llamarte pues se sentirá humillada y temerá complicar más las cosas, tanto para ella como para ti.

2. No esperes que te conteste a todas tus llamadas… no puede.
Y cuando contesta no es con libertad, cuando te dice “estoy bien” no te dice la verdad, nunca está bien. Cuando tenga voz ilusionada y feliz recuerda que sólo es una tapadera, no es libre. Cuando te hable susurrando por miedo a ser escuchada y no consiga hablarte más de dos minutos (tal vez mientras su maltratador está aseándose) simplemente no tiene otro remedio, bastante hace y arriesga con dedicarte esos segundos y esas pocas palabras.

3. No esperes que la mujer maltratada salga a hacer amistades… o a pasar tiempo contigo.
No puede, aunque seguramente lo intentó muchas veces. No puede porque su maltratador le aísla, cuestionará cualquier detalle de todas y cada una de sus amistades, la seguirá por la calle, y sin palabras recordarle “ten cuidado, yo estoy aquí y en todos lados”. Uno de los poderes del maltratador es su capacidad para aislar, para convertirse en el ser omnipresente.

4. No esperes que la mujer maltratada muestre interés en pasar tiempo contigo.
No debes sentirte herida o herido si crees que ha perdido interés en ti. Esa simple actividad le supondría una confrontación. Debes insistir, si hoy no contestó tu llamada, ni esta semana, ni este último mes… insiste. Ella quiere contar contigo especialmente si te ha confesado su situación. Cuando se esconda de ti sé paciente, recuérdale todas las semanas que estás ahí para ella. Ante su maltratador debe dar la imagen de no tener interés en tu amistad. Es una mujer sin libertad.

5. No esperes que le ponga límites a su maltratador.
Por la propia esencia de su relación ella no puede decir “ya basta“, “fuera de casa“. Ella no está en posición de dialogar, ni mucho menos de exigir, sólo está en posición de someterse. Es una mujer maltratada.

6. No esperes que la mujer maltratada pida ayuda.
La mujer maltratada es una mujer aislada, se siente avergonzada, incomprensiblemente culpable, se siente responsable de lo que ocurre y no ve una solución fácil y a corto plazo.

7. No esperes que sea dueña de lo suyo, ni aún de aquello que le regalas.
La mujer maltratada no es dueña de nada, sólo puede serlo en la teoría, pero no en la práctica. Puede tener muy presente que ella es la que ha comprado la casa, el coche, la televisión, la revista, o lo que sea… puede decirte “es mío, no es suyo”. Reclamar lo suyo sólo supondría mayores problemas para ella. Si le regalas algo asume que será de su maltratador, y con suerte lo compartirá con ella.

8. No esperes que sea feliz cuando esté libre de su maltratador por unos días.
Serán sus mejores días en mucho tiempo, lo disfrutará y deseará que nunca acabe, pero su felicidad no es completa pues sabe que los días pasan y pronto volverá a la situación inicial.

¿Es lógica la forma en la que actúa la mujer maltratada?
No, las formas en las que una mujer maltratada actúa no son lógicas a la luz de quien no está viviendo esa circunstancia. El contexto de la mujer maltratada es ilógico.Vive en otro mundo, con otros principios, con otras “leyes de la gravedad”, otras realidades diferentes a las a quienes no sufren esa situación.

Teléfono de atención a la violencia de género 016 (no deja huella en la factura telefónica)


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